TDAH, posparto y lactancia: lo que nadie te dice (y deberías saber)

TDAH, posparto y lactancia parecieran ser incompatibles pero con un acompañamiento adecuado y una red de apoyo estable y entendida con la condición de la madre podría ayudar a atravesarlo de manera tal que sea beneficioso para todos, de lo contrario podría ser muy complejo para la madre.

SALUD MENTALPSICOLOGÍA Y CRIANZA

Kerly Johana Lastre

8/5/20255 min read

Según el DSM-5, un trastorno mental se refiere a cambios que tiene una persona en la forma en que piensa, siente o actúa, y eso se debe a que algo no está funcionando adecuadamente en su mente o en cómo se ha ido desarrollando. Estos cambios pueden hacer que la persona lo pase muy mal en su vida diaria: en el entorno educativo, en el trabajo, con amigos o en su familia. No se trata de algo que hace sentir triste a una persona o que la haga ser distraída, es algo más complejo que realmente interfiere en su vida diaria y le hace sufrir.

¿Qué es un trastorno mental?

¿Qué es el TDAH?

El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) hace parte de los trastornos del desarrollo mencionados en el DSM-5, y se caracteriza por presentar dificultades constantes para concentrarse, quedarse quieta o controlar sus impulsos. Esto no es algo que pase de vez en cuando, sino que afecta la vida diaria y su desarrollo. Hasta hace algunos años se creía que este trastorno solo impactaba a los niños y niños y que ya en la adultez se regulaban todas las funciones. Pero ya se sabe que al menos el 50% de los adultos que tuvieron TDAH en la infancia siguen presentando algunos síntomas que interfieren en su vida diaria.

Este trastorno complejo del desarrollo presenta síntomas de atención y de hiperactividad/impulsividad.

La falta de atención, por sí sola, no siempre es un problema. De hecho, muchos trastornos pueden afectar la atención en algún momento. Pero en el caso del TDAH, lo más importante no es simplemente “distraerse”, sino tener serias dificultades para mantener el enfoque en una tarea hasta completarla. Es decir, no pueden sostener la atención en el tiempo cuando hay un objetivo que requiere esfuerzo sostenido en el tiempo, algo que se conoce como falta de persistencia. Y por eso se presentan problemas en la adultez como:

  • Seguir con una tarea durante mucho tiempo.

  • No dejarse llevar por distracciones.

  • Terminar lo que empiezan.

  • Mantener una visión clara del futuro y de lo que quieren lograr.

  • El problema no es solo “prestar atención”, sino mantener el rumbo hacia una meta cuando el camino se vuelve aburrido o difícil.

Una dificultad que persiste en las personas con TDAH es la Memoria de Trabajo, función del cerebro (ubicada en la corteza prefrontal) que nos permite recordar lo que estamos haciendo, por qué lo hacemos, y cómo seguir hasta lograrlo. Esto hace que sea muy difícil sostener una acción que requiere varios pasos hacia el futuro.

Y luego, este trastorno se completa con los problemas de hiperactividad e impulsividad, que están relacionados con la dificultad en frenarse asimismo, tanto en lo que se hace como en lo que se siente y piensa. Por ejemplo: hablar mucho sin parar, interrumpir a otros, tomar decisiones sin pensar en las consecuencias, no poder esperar o querer todo ya mismo

La hiperactividad en la adultez aparece como dificultad para organizarse, tomar buenas decisiones o controlar las emociones. El doctor Russell Barkley también menciona algo llamado impulsividad emocional. Él dice que todo lo que pensamos y hacemos está muy conectado con nuestras emociones. Por eso, las personas con TDAH no solo son impulsivas al actuar o hablar, también lo son al sentir. Eso explica por qué las personas con TDAH sienten con más fuerza y reaccionan más rápido, sin tiempo para pensar o regularse. Adicionalmente, suelen tener:

  • Poca paciencia agitación constante

  • Baja tolerancia a la frustración

  • Tendencia a enojarse fácilmente

  • La sensación de tener “las emociones a flor de piel”

Muchas personas con TDAH dicen: “Yo no exagero lo que siento… simplemente lo siento más fuerte y me cuesta mucho controlarlo.”

Por su parte, el periodo posparto es un momento de mucha fusión emocional entre la mujer y su bebé. Como lo dice la psicóloga Laura Gutman (2009): “No hay fronteras entre el campo emocional de la madre y el campo emocional del niño, es decir, la madre siente todas las sensaciones del bebé como propias y el bebé también siente las vivencias de la madre como suyas”. El posparto ya es una etapa desafiante para cualquier mamá o papá. Pero si además tienes TDAH, esos desafíos pueden intensificarse.

TDAH, posparto y lactancia parecieran ser incompatibles pero con un acompañamiento adecuado y una red de apoyo estable y entendida con la condición de la madre podría ayudar a atravesarlo de manera tal que sea beneficioso para todos, de lo contrario podría ser muy complejo para la madre.

Es importante tener en cuenta que suele suceder que durante el periodo de lactancia, algunas madres con TDAH pueden dejar su medicación de forma repentina por miedo a afectar a su bebé. Pero suspender la medicación sin guía médica puede ser riesgoso para la salud mental. Es importante destacar aquí, que los medicamentos que se manejan para el TDAH son seguros siempre que estén recetados por un profesional en psiquiatría que conozca tu caso y que haya un seguimiento adecuado.

Recuerda No tomar decisiones por tu cuenta. Consulta siempre a tu médico tratante.

Es fundamental contar con acompañamiento psicológico y neuropsicológico si está dentro de tus posibilidades. Idealmente, que estos profesionales tengan conocimientos sobre lactancia materna, para que puedan ayudarte de forma integral.

3 Cosas importantes a tener en cuenta

  • Los beneficios de la lactancia materna, Tanto para tu salud como la de tu bebé.

  • El impacto de dejar la medicación. No tratar el TDAH puede afectar tu estabilidad emocional, tu concentración y tu bienestar.

  • Tus propios objetivos como madre. Poder cumplir tus metas personales sobre lactancia también influye positivamente en tu salud mental.

Tu salud mental importa tanto como la de tu bebé. No deberías estar sola, en este momento es indispensable contar con acompañamiento médico y psicológico, para encontrar un equilibrio entre cuidar a tu bebé y cuidarte a ti.

Si dejaste tu medicación durante el embarazo…

Esto es especialmente importante si interrumpiste tu tratamiento para el TDAH mientras estabas embarazada. Sin el apoyo adecuado, tu salud mental podría verse más afectada durante esta etapa.

🧠 ¿Qué puedes hacer?

  • Habla con tu médico sobre retomar o ajustar el tratamiento.

  • Busca acompañamiento psicológico que entienda de TDAH y maternidad.

  • No minimices lo que sientes. Estás atravesando algo real y válido.

Lo más importante en todo este proceso es encontrar un real equilibrio entre el bienestar de la madre y el de su bebé. No se trata de elegir entre uno u otro, sino de comprender que ambos están profundamente conectados. Que la lactancia funcione no depende solo de la fuerza de voluntad de la madre, ni de cuanta información técnica de agarre posturas tenga, sino del acompañamiento correcto: asesoramiento especializado en lactancia, acompañamiento psicológico, neuropsicológico, psiquiátrico, y, sobre todo, empatía y protección por parte de la red de apoyo más cercana.

Esto no debería ser un privilegio, sino una garantía. Porque todas las madres con TDAH merecen poder sostener una lactancia sin tener que poner en riesgo su salud mental.

Y si tú eres una mamá que hoy no tiene ese acompañamiento completo, quiero que sepas algo muy claro: estás haciendo lo mejor que puedes con las herramientas que tienes. No es tu culpa. No estás fallando. Y si en algún momento sientes que necesitas priorizarte, hacerlo no te hace egoísta. Te hace humana. Siempre, siempre, protege tu salud mental. Porque cuando tú estás bien, todo lo demás puede construirse desde un lugar más sano y más amoroso.

Tu salud mental importa. Mucho.